Razer es más conocida por fabricar desde teclados a notebooks gamers pero está decidida a hacer una entrada en el mercado más saturado de todos: celulares. Pero el target es bien distinto y particular: Gamers, no casual gamers, hardcore aunque no se si existen de esos jugando en el teléfono. Tal vez Razer los quiera atraer y las specs dejan bien en claro que así es.

Veamos, una pantalla de 5.7" a 2560 x 1440 donde el mayor diferencial es el refresco a 120Hz, algo que podemos ver en monitores de alta calidad, por dentro un Snapdragon 835 con 8GB de RAM disponibles para tirar al techo, 64GB de almacenamiento expandibles a 2TB en el slot microSD.

La cámara es de 12MP dual con un lente en gran angular y otro zoom óptico 2X, la frontal es de 8MP, el tamaño es de 158.5x77.7x8 mm y pesa unos 197 gramos, en el rango de pesaditos por su cuerpo de aluminio, el sisetma operativo será Android 7.1.1 en lanzamiento.

La batería es de 4000mAh, lo que es lógico teniendo en cuenta las specs tan altas pero no hay cargador inalámbrico, tampoco conector de auriculares, todo al USB-C y de ahí a un dongle.

De su diseño me gusta que tenga esas esquinas cuadradas, soy más de ese estilo que del redondeado, tiene gran bezel arriba y abajo con los parlantes stereo que no creo que me moleste porque está ahí para poder tenerlo en modo horizontal al jugar, sino habría que apoyar las manos en la pantalla y eso sería muy incómodo para jugar. El botón de bloqueo es lateral y, curiosamente, también tiene ahí el sensor de huellas lo que es una interesante novedad.

El precio al lanzamiento, el 17 de Noviembre, será de USD 699 bastante bien con respecto a sus rivales inmediatos sólo mejorado por el OnePlus 5, pero más económico que un S8 Plus o un iPhone8 y ni hablar del X.