Twitter no solo ha duplicado a 280 caracteres la extensión de un tweet sino que también ha realizado otros llamativos cambios, como la ampliación de 20 a 50 caracteres para el nombre de usuario. No obstante, esto ha desencadenado numerosas criticas por parte de diversos usuarios quienes sostienen que desde la compañía de microblogging solo se priorizan los cambios estéticos dejando al margen la solución de serios problemas de seguridad.

Si bien las nuevas modificaciones de Twitter pueden resultar atractivas, existe una gran decepción con respecto a que la compañía haya optado por centrarse en los cambios estéticos en lugar de combatir problemas de larga data como el abuso en la plataforma.

El control de Twitter en relación a los trolls y los casos de acoso es tan endeble que, días atrás, un empleado de la compañía decidió, en su último día de trabajo, desactivar la cuenta del presidente norteamericano Donald Trump. La cuenta estuvo fuera de línea durante 11 minutos antes de que se restaurara. Según los informes, la acción obtuvo un respaldo sólido por parte del personal de Twitter, pero dejó a la compañía mal vista.

En fin, si realmente desea seguir cosechando el afecto de los usuarios, Twitter deberá comenzar a enfocarse en resolver problemas de fondo que afectan la estabilidad y la seguridad de millones de cuentas y no apuntar simplemente a los cambios visuales.